Desde hace casi dos siglos, el calendario escolar francés se basa entre lógicas agrícolas, religiosas, pedagógicas y económicas. 

En el siglo XIX, las vacaciones, limitadas a seis semanas, seguían las cosechas y el calendario católico, antes de ampliarse a doce semanas para los estudiantes de secundaria en 1912. 

Esta evolución continua entre las dos guerras, en 1938 Jean Zay uniformizó las vacaciones e introdujo la Navidad y el Mardi Gras, mientras que los campamentos de verano reflejan el interés social de esta pausa. 

Después de 1959, las vacaciones de verano se extienden de julio a mediados de septiembre, luego apareció la zonificación en los años 1970 con la creación de las vacaciones de invierno. Las reformas de los años 1980-1990 establecieron el ritmo “siete semanas de clases, dos de descanso”, pero la cuestión volvió regularmente a la mesa, desde el presidente Chirac en 1995 hasta el presidente Macron en 2025, prueba de que la disputa de las vacaciones escolares - demasiado largas o mal repartidas - sigue siendo un debate constante.

El calendario francés impone 16 semanas de vacaciones escolares en total, de las cuales aproximadamente 8 son de verano, con un ritmo equilibrado entre clases y descansos. El número de días de clase anuales es relativamente bajo (unos 162 días), pero los días son largos comparación con otros sistemas educativos como Alemania. En otros países, como Grecia o Rumanía, los alumnos tienen hasta 17 semanas de vacaciones al año, lo que constituye el récord europeo. Por el contrario, en Alemania y Dinamarca hay menos de 10 semanas de vacaciones en total, divididas en pequeñas pausas.

Francia, con su ritmo regular, ofrece un modelo intermedio entre largas pausas estivales y cortes numerosos.

La cuestión de la duración de las vacaciones de verano se relanza regularmente: en 2023, Emmanuel Macron expresó su deseo de "reabrir el debate sobre el tiempo escolar en el año" considerando que las vacaciones de verano eran demasiado largas y potencialmente generadoras de desigualdades o de desgaste en el aprendizaje. Se alzan voces, en particular por parte de los sindicatos de profesores se han levantado para matizar el asunto, para matizar el asunto: se subraya que hay que comparar sobre todo el tiempo de enseñanza efectivo, y no solo las vacaciones. El comité directivo de la Conferencia nacional sobre los ritmos escolares, que presentó su informe al Ministro de Educación el 4 de julio de 2011, destaca que lo más importante es comparar el tiempo real de enseñanza y no sólo las vacaciones.

Así, Francia figura entre los países europeos más generosos en términos de vacaciones escolares. Pero, contrariamente a los clichés, sus vacaciones de verano de 8 semanas son relativamente cortas comparadas con las 11 a 13 semanas observadas en varios países. 

Habida cuenta de estos elementos, cabe preguntarse sobre la recurrencia de este debate, sin que se introduzcan modificaciones importantes. La respuesta se basa en consideraciones políticas, negociaciones con el sector turístico y otros factores más opacos. Mientras que en el otro lado, los políticos y otros profesionales de la infancia desean modificar y acortar este calendario.

Sin embargo, en comparación con años anteriores, hay un nuevo actor que podría cambiar las cosas. Es la Convención ciudadana del Consejo Económico, Social y Ambiental (CESE) dedicada al tiempo del niño lanzada en junio de 2025 por iniciativa del presidente de la República. El principio es reunir a 140 ciudadanos y ciudadanas mayores de 18 años. Se seleccionan por sorteo para garantizar la representación del conjunto de la sociedad francesa. A este dispositivo se le asocia un panel de 20 niños y adolescentes. Su objetivo es reflexionar sobre cómo organizar el tiempo de los niños y, en particular, las famosas vacaciones de verano.  La composición de este panel plantea interrogantes porque los niños son el núcleo de esta convención, pero son los participantes minoritarios. 

Por último, ¿no estarían las vacaciones arregladas para los adultos y los trabajadores a la vista de las jornadas extremadamente largas que se imponen a los niños para justificar esta división de las vacaciones? 

Al final, no importa la respuesta a estas preguntas. Lo que cuenta es construir este tiempo con los primeros afectados: los niños. Hay que escuchar a cada grupo de edad desde la primaria hasta los estudiantes universitarios para construir un tiempo adecuado para todos, incluso aquellos que son menos escuchados. 

(1) https://www.antena3.com/noticias/mundo/macron-quiere-reducir-vacaciones-escolares-porque-dice-que-ninos-franceses-tienen-mas-que-resto-europa_2025020367a08a95e95c060001854444.html

Por Eléanor Merlé y Lucie Petit

Para profundizar en nuestro asunto del regreso a clase, puedes leer los artículos de nuestras secciones sociedad y cultura en nuestro blog.

Siga MINERVIEWS

• Instagram

• Facebook

• LinkedIn